La displasia de cadera en perros es un problema muy común, sobre todo en determinadas razas como el pastor alemán, el San Bernardo, el rottweiler, el bulldog (inglés y francés), el labrador y el golden retriever . Consiste en una laxitud excesiva en la articulación de la cadera, que ocasiona problemas al caminar y un dolor bastante intenso. Vamos a ver cómo se detecta la displasia de cadera canina y cuáles son los mejores cuidados para un perro con displasia.
Cómo detectar la displasia de cadera canina
La displasia de cadera hará que tu perro, inevitablemente, se muestre reacio a moverse. El dolor causado por esta anomalía en la articulación de la cadera le provocará una visible cojera , y una negativa casi sistemática a levantarse y saltar.
Además de esta lógica reducción de la movilidad, notarás que tu perro tiende a cargar su peso sobre sus patas delanteras , de modo que dará la sensación de arrastrar las traseras sin llegar a apoyarlas (sin hacer el juego completo de apoyar y flexionar).
Por consiguiente, también verás que sus patas traseras se van atrofiando , es decir, irán perdiendo paulatinamente masa muscular.
Generalmente, los perros con displasia de cadera se dividen en dos grandes grupos (según el conjunto de síntomas):
- Perros jóvenes sin artritis y con una importante laxitud de cadera.
- Perros adultos cuya artritis de cadera ha sido ocasionada por la displasia.
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¿Se puede evitar?
Lamentablemente, no existe forma de evitar la aparición de la displasia de cadera, y solo se puede detectar de forma temprana para ralentizar el deterioro de la articulación con algunas prácticas recomendadas (que veremos en el siguiente apartado).
Por lo general, sabremos si nuestro perro tiene displasia haciéndole una radiografía de cadera que, combinada con métodos de palpación específicos por parte del veterinario, establecerán el grado de laxitud de la articulación (que, a su vez, determinará la gravedad de la displasia).
Lo más recomendable es realizar esta exploración cuanto más joven sea el perro (antes de cumplir 1 año, como mucho). Estos métodos suelen dar una predicción muy certera sobre el pronóstico de la displasia de cadera, incluyendo las posibles operaciones quirúrgicas a las que tendrá que someterse el animal de cara a paliar el desarrollo de la enfermedad.
Cuidados y tratamientos para los perros con displasia
Seguimiento veterinario y tratamientos quirúrgicos
El principal tratamiento de la displasia de cadera en perros tendrá que pautarlo un veterinario, fruto de las exploraciones y pruebas durante el primer año de vida del animal. El objetivo siempre será reducir el daño del cartílago lo máximo posible.
Los cachorros de edades comprendidas entre 10 y los 18 meses ya pueden ser diagnosticados y tratados quirúrgicamente para corregir la displasia. La operación no entraña grandes riesgos y consigue paliar significativamente el dolor de la cadera, aunque será conveniente que el perro no realice ejercicio físico vigoroso (y mucho menos sin la correa).
Alivio de síntomas leves
Cuando la sintomatología de la displasia todavía permita a tu perro cierta libertad de movimientos, es muy probable que tengas que suministrar fármacos para controlar el dolor , y que con eso sea suficiente (por el momento).
Hay algo muy importante, y es controlar el sobrepeso de tu perro. Cuida mucho de su dieta y no permitas que engorde, ya que así se acrecentarán los síntomas y se acelerará la degeneración del cartílago.
En este sentido, te recomendamos el complejo vitamínico para perros balukaVIT, un complemento nutricional a base de cúrcuma, un antiinflamatorio natural para perros, cuya ingesta aliviará el dolor que sufra tu perro como consecuencia de la displasia.
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Alivio de síntomas graves
Una vez que la displasia haya avanzado será imposible frenarla, aunque hayas tomado todas las medidas preventivas que hayan estado en tu mano. No obstante, habrás conseguido mejorar la calidad de vida de tu mejor amigo antes de que la degeneración articular merme sus capacidades para siempre.
En adelante, lo mejor que podrás hacer por tu mascota será proporcionarle un lugar cómodo para su descanso , como la cama de viscoelástica balukaDREAM de Baluka, pensado para adaptarse a las formas del cuerpo del animal, y con una rigidez (no reñida con su ergonomía) especialmente diseñada para amortiguar y repartir el peso, y así favorecer el descanso.
Otra medida que ayudará a tu perro en estas últimas fases de la displasia será la rehabilitación. Los tratamientos de fisioterapia permitirán fortalecer su masa muscular y corregir posturas compensatorias. En tanto en cuanto los músculos puedan sujetar su esqueleto, se reducirá el dolor y se atenuará el desgaste de la articulación.
A pesar de su carácter casi irreversible, la displasia de cadera del perro tiene un pronóstico muy favorable si se ha detectado durante los primeros meses de vida del cachorro. En adelante, los tratamientos quirúrgicos, la rehabilitación, el descanso y las comodidades del hogar serán los mejores aliados para amortiguar la degeneración articular y retrasar al máximo las consecuencias en su salud.
