Como sabemos, los perros son propensos a desarrollar enfermedades al igual que ocurre con los humanos. Muchas de ellas están causadas por virus, bacterias o protozoos, pero en este artículo de nuestro blog vamos a hablar de otro tipo de microorganismos responsables de ciertas enfermedades: los ácaros en perros.
Efectivamente, los ácaros representan un reto para quienes somos papás de una mascota y nos preocupamos por su salud y bienestar. Estos minúsculos enemigos, aunque a menudo invisibles a nuestros ojos, pueden afectar (y mucho) a la salud y la calidad de vida de nuestros amigos peludos.
A continuación, te ofrecemos una guía completa para entender mejor qué son los ácaros, cómo afectan a nuestros perros y, lo más importante, cómo proteger a nuestros queridos compañeros de estos parásitos.
¿Qué son los ácaros?
Los ácaros son ectoparásitos (es decir, viven fuera del huésped) que forman parte de la familia de los arácnidos. Su tamaño es diminuto, microscópico, aunque algunos sí pueden verse a simple vista. Existen miles de especies de ácaros, y cada una se adapta a diferentes ambientes y huéspedes.
Los ácaros se alimentan de las células muertas de la piel o, a veces, incluso de la sangre de nuestro perro (por ejemplo, las garrapatas). Cuando su proliferación se descontrola, pueden suponer un importante peligro para su salud.
Tipos de ácaros más comunes en perros
En la actualidad existen una gran variedad de ácaros que pueden afectar a la salud de nuestro perro. Sin embargo, los más comunes son los siguientes:
Demodex canis
Este ácaro es responsable de una enfermedad conocida como sarna demodécica, que provoca en la piel del perro enrojecimiento y picor. Si este tipo de sarna canina se extiende por todo el cuerpo, podría causar infecciones secundarias que afectan gravemente a la salud de nuestro amigo peludo.
Sarcoptes scabiei
Este ácaro provoca sarna sarcóptica o escabiosis canina. Su presencia descontrolada provoca la aparición de zonas muy irritadas y que a nuestro perro le provocan un gran picor.
Cheyletiella yasguri
Este tipo de ácaro es más común en cachorros que en perros adultos, y provoca un trastorno conocido como caspa andante, es decir, descamación de la piel, enrojecimiento y picor en ella. El Cheyletiella yasguri es un ácaro que se contagia con gran facilidad por contacto directo o a través de superficies.
Otodectes cynotis
Este último ácaro se le conoce como el ácaro del oído, pues normalmente se encuentra en el conducto auditivo del perro, donde provoca inflamación y fuertes picores.
Los riesgos de subestimar a los ácaros
La presencia de ácaros en nuestros perros puede desencadenar una variedad de problemas de salud, desde irritaciones cutáneas hasta enfermedades más graves como la sarna y alergias, como las que hemos visto.
En casos extremos, estos parásitos pueden incluso contribuir al desarrollo de enfermedades respiratorias tanto en los animales como en los humanos que conviven con ellos. La sarna, una de las afecciones más comunes causadas por ácaros, puede presentarse en diferentes formas y severidades, pero es tratable si se detecta a tiempo.
¿Cómo llegan los ácaros a nuestro perro?
Los ácaros llegan a nuestros perros de múltiples maneras, aprovechando el pelaje abundante y las condiciones ambientales favorables como la humedad y el calor. Una higiene deficiente, tanto del animal como de su entorno, puede crear el escenario perfecto para su reproducción.
Por tanto, es fundamental mantener limpios no solo los espacios donde nuestros perros pasan más tiempo, sino también sus accesorios y áreas de juego para minimizar las oportunidades de que estos parásitos se establezcan.
Estrategias para combatir a los ácaros
La prevención y el tratamiento adecuado son fundamentales para proteger a nuestros perros de los ácaros.
Como dueños responsables, nuestra tarea es estar siempre vigilantes y actuar proactivamente para prevenir la infestación de ácaros. Esto implica mantener una limpieza exhaustiva de los espacios donde nuestros perros viven y juegan, así como estar atentos a cualquier signo de malestar o enfermedad en nuestros compañeros peludos.
La educación sobre los riesgos y tratamientos disponibles, junto con una estrecha colaboración con nuestro veterinario, son claves para garantizar una vida larga, saludable y feliz para nuestros perros. En caso de sospecha, debemos consultar con nuestro veterinario, quien podrá diagnosticar el problema específico y recomendar el tratamiento más adecuado. Dependiendo del tipo de ácaro, las opciones irán desde aplicaciones tópicas hasta tratamientos más intensivos.
Además, una higiene meticulosa de nuestro hogar y de los objetos que utiliza nuestro perro también es crucial para evitar que los ácaros reaparezcan.
Colchones y camas antiácaros para perros
Aparte de lo anterior, debemos ofrecer a nuestro perro un lugar de descanso que lo proteja de los ácaros mientras duerme. Ese lugar son las camas y colchones para perros de Baluka, diseñados con materiales que eliminan un 99,9% de los ácaros, lo que asegura que nuestro peludo estará protegido de estos molestos huéspedes.
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